Un Eleam público sin recursos

Por Ramón Lobos Vásquez
Médico Geriatra y Paliativista

El anuncio de término anticipado del convenio entre el Senama y los encargados de la administración del Eleam es una situación al menos preocupante, esto porque se trata de una política pública cuyo fin es prestar ayuda y soporte a un grupo de mayores que está en una etapa de mayores requerimientos.

Desde la salida del Servicio de Salud en su operación hace cinco años no se ha logrado estabilidad y continuidad con algún operador.  Por el contrario, el cambio de administrador ha sido la tónica.  Ambos han manifestado que lo provisto no alcanza para cubrir todo lo que se solicita. El hecho es que los requerimientos son muchos, por lo que con los fondos provisionados se tiende a la precarización de la oferta para los mayores. Justamente lo contrario al espíritu del programa.

Cuando operamos como Servicio de Salud Magallanes hubo un aporte a la operación de un tercio más. O sea, por cada $3 pesos gastados en su operación $1 era soportado directa o indirectamente por el servicio. Por esto, fue posible operar sin mayores sobresaltos por ocho años. Donde además se concretaron mejoras y acondicionamiento de la infraestructura para una mejor y adecuada operación.

Y he allí el problema para cualquier operador de un Eleam tercerizado a una ONG. Quien no tendrá “espaldas económicas” para aportar directamente o a través de otras líneas de financiamiento o recurrir directamente como gestor de recursos públicos. Quién opere el Eleam público de Punta Arenas debe tener la posibilidad de buscar más financiamiento o aportes, ya que el costo de operarlo en la región, por diversas y variadas situaciones locales es más caro que lo que aporta el Senama para su financiamiento.

Por eso, o se busca determinar los reales costos de trabajo con los mayores en Magallanes y se financia adecuadamente; o se seguirá precarizando su atención y cuidados. Haciendo que cada dos a tres años se viva el cambio de operador y reiniciando un ciclo que no lleva más que a poner en problemas a quienes se quiere proteger, peor aún; precarizando el trabajo de quienes llegan a prestar su esfuerzo para ellos, pero que no lo pueden hacer como una tarea de voluntariado sino con una adecuada y justa remuneración que dé cuenta del trabajo que realizan.

Si se sigue haciendo lo mismo y no se aporta más a su operación los grandes perdedores son los trabajadores y residentes.  Mala política si se busca mantener un per cápita que no da cuenta de las particularidades del trabajo con los mayores de Punta Arenas.

Es tiempo de hacer algo bueno y justo por quienes residen o van a residir en el primer Eleam público del país. Una situación que no da para más.