Presentan la novela “Vivir la Antártica: huellas sobre hielo y el alma”

La Antártica marca un antes y un después para quienes han caído en sus encantos, ya sea desde el plano teórico como al sobrevolarla, navegar sus aguas o pisar sus hielos. Es de esta manera que, con una pluma ágil y dinámica, Gustavo López-Rebolledo nos transmite sus experiencias, impresiones, pasión y el encanto de un territorio extremo, hostil y, a la vez, maravilloso.

Siempre gentil y con tiempo para compartir, accedió a comentar parte de su experiencia y algo de su novela *”Vivir la Antártica: huellas sobre hielo y el alma”*, la cual logra trasladarnos “literalmente” al continente blanco.

¿Qué motivó escribir la obra?

Estaba en el lanzamiento de mi novela anterior y, en esa actividad, nos juntamos tres antárticos. Entonces, los asistentes comenzaron a hacernos todo tipo de preguntas sobre este continente, y ratifiqué lo que siempre había percibido: que los chilenos sabemos muy poco sobre la Antártica.

En muy pocos establecimientos o instituciones se enseña sobre este continente y, por otro lado, hay muy poco material disponible. De hecho, los invito a buscar en librerías chilenas textos sobre la Antártica: prácticamente no hay, y los pocos que podrían encontrar están acotados a un tema en particular. Todo lo contrario de lo que ocurre en Argentina.

Entonces, me propuse aprovechar la gran oportunidad de haber vivido en ese continente para contarlo de una manera que permitiera a cualquier persona conocer sobre él.

¿Siente que Chile tiene una real consciencia antártica?

Por lo que he podido apreciar, creo que esa consciencia solo está limitada a un grupo pequeño de nuestros ciudadanos y, en la mayoría de los casos, corresponde a personas que se han visto relacionadas profesionalmente con algún tema antártico, y otros pocos por una atracción personal. Entonces, han descubierto ese maravilloso mundo. Por lo mismo, pienso que es tan importante “antartizar” nuestro país.

¿Marcó un antes y un después en su vida su servicio en el Territorio Chileno Antártico?

Absolutamente. Porque primero tuve que aprender sobre él, y me di cuenta de cuán ignorante era. Pero luego lo viví, y eso definitivamente me impactó. Como lo digo en la bajada del título, deja huellas en el alma. En pocas palabras: el espíritu antártico te atrapa.

¿Cuál es la responsabilidad que tenemos con el Territorio Chileno Antártico?

En primer lugar, valorar que nuestro país tenga la posición alcanzada dentro de la administración de este continente, al ser uno de los países signatarios. Pero de la mano con ello, implica una gran responsabilidad: cumplir con todos los acuerdos que se han adoptado y que nacen al alero del Tratado Antártico. Paralelamente, al ser la principal puerta de entrada hacia él, eso nos obliga a equilibrar adecuadamente el respeto y cuidado para su conservación con el uso apropiado en aquellas áreas donde se puede actuar, e incluso llegar a ser un referente mundial.

¿Por qué deberíamos leer el libro?

Porque su narrativa permite a cualquier persona, ya sea un estudiante de enseñanza media, de pregrado o posgrado, aprender un poco de todos los temas que implican y se relacionan con este continente, como historia, clima, fauna, geografía, Tratado Antártico, política antártica, etc. Y lo mejor es que aprendes a través de una historia que creo entretenida, y donde no te das cuenta de cómo se van relacionando e incorporando los diferentes temas. Y lo mejor es que, cuando termines su lectura, podrás decir: ¡Guau, qué interesante todo lo que aprendí!

¿Cuáles fueron los desafíos de haberlo escrito?

Creo que lo más complejo fue integrar una historia donde pudiesen calzar tantos temas que quería transmitir. Luego darme cuenta, una vez más, de que era absolutamente aplicable la conocida frase de Sócrates: “Cuanto más sé, más me doy cuenta de que no sé nada”. Te vas metiendo en un mundo fascinante, pero que nunca acabas de comprender, porque además de la permanente evolución que experimenta todo lo relacionado con la Antártica, siempre van surgiendo detalles nuevos, incluso de aquellos temas que se daban por muy conocidos. Entonces, el gran desafío es: ¿cómo entregárselos al lector sin que pierdan esa chispa que los hace únicos?

¿Tiene algún otro proyecto en mente?

Sí, claro. Hay muchos temas de interés que quedaron pendientes, incluyendo algunos que conocí después de terminado el libro y otros que día a día voy incorporando. Por lo tanto, incluso postergué otro proyecto, pero como dije: este mundo antártico te atrapa.

Para los lectores, ¿nos podría describir qué es la Antártica?

Difícil sintetizar en pocas palabras su grandeza y majestuosidad. Pero creo que, si lo tuviese que resumir, diría que es un lugar mágico, donde el sistema que rige su administración ha permitido generar una relación entre todos los que la habitan que simplemente es maravillosa. Ya que, basado en el espíritu antártico, la humanidad ha demostrado que se puede convivir pacífica y armónicamente. Creo que, de alguna manera, lo dejo ver en la poesía que escribí con motivo de mi llegada a este continente blanco.

“Llegada al confín austral del mundo”

Con un silencio sobrecogedor y un casco blanco imponente,

te recibe, al sur del mundo, el último continente.

Por las gélidas aguas del Océano Austral bañado

y por los intensos vientos catabáticos azotado.

Una luz que encandila, diáfana y potente, con intensos colores,

mezcla de mar, hielo y pureza que embriaga con sus olores.

La nieve te acaricia, la piel se eriza y el alma se recoge,

los sentidos se disparan y el frío te sobrecoge.

A la deriva, los icebergs liberan la mente,

pero el silencio se quiebra estruendosamente,

cuando cae al mar un témpano verdoso azulado

y las aves anuncian que sus vuelos han iniciado.

¡Trincar el bote, que no queremos zozobrar!

Es la voz del capitán, que a la realidad te hace aterrizar.

Hemos llegado a este paraíso excéntrico y cautivante:

Continente Antártico, impredecible e intrigante,

que recibe, ofreciendo fama y victoria a los osados,

mas también, caprichosamente, su sepulcro.