Magallanes
¡Multa! Por ser un aporte a la sociedad

Por Jonathan Hernández Hernández.
Educador Social – Psicopedagogo
Hoy en nuestra comuna de Punta Arenas, abunda una preocupación por los índices de delincuencia, y más aún preocupa la participación de muchos jóvenes menores de 18 años, que nos hacen preguntar, ¿Qué estamos haciendo para que esto disminuya? ¿Qué pasa con las autoridades?
Y qué pasaría si les dijera que en nuestra comuna existe una actividad que ha ayudado por años a muchos jóvenes, hoy en día siendo una instancia recreativa para más de 300 niños, niñas y adolescentes y por supuesto sus familias, siendo un aporte a la disminución de índices de delincuencia, consumo de sustancias y aportando a su salud mental. Estoy seguro que no existiría persona de bien que se niegue a tal oferta, que nadie quisiera que ello se detenga ni decrezca, los vemos cada año, dando alegría al Carnaval de Invierno, con su música y danza, que dan fe del valor de la juventud, yo creo que son capaces de reconocer que les hablo de las Batucadas.
Pero la realidad lamentablemente ha superado a la ficción, y en los últimos días se ha viralizado las denuncias de aquellos jóvenes siendo fiscalizados y expulsados de espacios públicos por reunirse a ensayar inicialmente por la falta de un “permiso de uso de espacio público” dando a conocer que estos hechos se han repetido a lo largo de este último tiempo y la gran molestia que les genera el ser expulsado de estos lugares y a la vez que no se les brinde oportunidades de espacios adecuados por parte de las autoridades quienes a la hora de un evento los buscan para alegrar sus actividades.
Es evidente, y no quiero dejarlo a interpretación, mi desacuerdo con el accionar de algunas instituciones con las agrupaciones de batucadas, y por ello detallare desde un punto de vista legal mis argumentos, aunque bien saben que no me gusta entrar en tantos detalles, la situación lo amerita pero seré breve.
En primera instancia mencionar que el principal motivo por la que han expulsado a los jóvenes de los espacios como el Parque Don Bosco, es por la falta del “permiso de uso de espacio público” la cual se basa en el Decreto supremo 1086, este decreto salió a la palestra el año 2021, en palabras del ex – presidente Sebastián Piñera, quien en su cuenta pública prometió retirarlo, pues éste fue creado durante la dictadura Cívico Militar con la finalidad de controlas las manifestaciones, obligando a informar quienes organizan el encuentro, quienes darán discursos, entre otra información, entregando finalmente, total potestad a la autoridad vigente de negar una actividad y enviar a las fuerzas de orden a expulsarlas si antojadizamente lo decide así.
De igual forma, éste decreto presenta el gran problema de que pasa por encima del articulo 19 n°13 de la Constitución de la República, que hace referencia al derecho a “la reunión pacifica de las personas sin previo aviso y sin armas”, por ello, estas acciones realizadas por las autoridad aunque con sustento por un decreto ley, carecen de sustento y derecho constitucional, y más aún, siendo un espacio de recreación de jóvenes e infancias, se enmara en su derecho sustentado en el Tratado Internacional de Derechos Humanos y los Derechos de los Niños, que indican el deber del adulto de velar por su derecho a la recreación y el juego.
No podemos olvidar el rol que cumplimos como sociedad frente a la seguridad y protección de nuestros niños, niñas y adolescentes, bien sabemos que las familias son los primeros responsables de educar y entregar valores solidos que permitan un desarrollo sano, pero espacios deportivos, culturales o como en este caso musicales, pueden ser una alternativa a reforzar o formar oportunidades que puedan apartar a nuestras infancias y juventudes de espacios delictuales, de consumo o para evitar la alta tasa de intento suicida o suicidio consumado infantil que tiene nuestra comuna.
