Magallanes
¿Trastorno o condición? Miradas del espectro autista
Por: Jonathan Cárcamo Gomez
Profesor diferencial presidente de Convergencia Social Magallanes y concejal por la comuna de Punta Arenas.
En los últimos años, las nuevas generaciones han cuestionado la insuficiente atención que solíamos brindar a la salud mental, entendiendo esta como el grado de bienestar emocional, psicológico y social de una persona en particular. Este cambio cultural ha desencadenado una serie de modificaciones en nuestras interacciones sociales y, a la vez, impulsado cambios institucionales que buscan mejorar esta área crucial en la vida de todos y todas.
Una arista de este nuevo enfoque que ha permeado tanto las políticas públicas de diversos organismos estatales como las conversaciones cotidianas en las familias de nuestros territorios es el espectro autista, el cual si bien es cierto no es riguroso encasillarlo dentro de la supracategoria de salud mental, sí el común de la sociedad suele generar una vinculación directa entre ambos conceptos. Un ejemplo palpable de avance en esta área es la ley promulgada por el Presidente Gabriel Boric, que tiene como objetivo reconocer, respaldar y proteger los derechos de las personas diagnosticadas con Trastorno del Espectro Autista.
Es en este punto donde resulta pertinente ahondar en la dicotomía existente entre los términos “trastorno” y “condición”.
Con respecto al término “trastorno”, es crucial reconocer que su uso se encuentra estrechamente vinculado al ámbito médico, ya que es posible encontrarlo de esta manera en los manuales diagnósticos, de ahí la razón por la cual la ley promulgada este año hace referencia al “trastorno” y no a “condición”. Esta elección busca que la ley tenga validez en las diversas instancias que garantizan los derechos de las personas en el espectro autista. No obstante, al considerar esto, es importante relevar que este término conlleva una carga peyorativa y estigmatizante, la cual se pretende subsanar al adoptar el término “condición”.
En este contexto, muchas familias y organizaciones expresaron su preferencia por el término “condición” durante las discusiones legislativas, elección que apunta a reducir la estigmatización de las personas en el espectro autista. Aunque se puede comprender el uso del término “trastorno” por motivos legales, es fundamental recordar que el poder de acción de todos nosotros, quienes formamos parte de esta sociedad, trasciende lo meramente legal y deberemos asumir como una responsabilidad el que podemos avanzar hacia espacios más respetuosos, acogedores e inclusivos, respetando y celebrando la amplia y valiosa diversidad que compone nuestro país.
Por tanto, es esencial continuar avanzando, no solo en el ámbito político y legal, sino también utilizarlos como plataformas para fomentar la solidaridad y la empatía entre todas y todos, especialmente si consideramos la inclusión como un pilar fundamental de una sociedad en la cual todas las personas tengan su lugar.
En última instancia, el debate sobre el uso de estos términos en el contexto del espectro autista refleja el poder del lenguaje para influir en la percepción y comprensión de la diversidad que nos conforma. Al abordar esta cuestión con sensibilidad y respeto, podemos contribuir a la construcción de una sociedad más inclusiva y consciente de la importancia de no invisibilizar sino por el contrario, celebrar las diferencias individuales atendiendo las características particulares de cada cual.