Apuntes
128 años del Faro Islotes Evangelistas: Un pilar de luz en la soledad del Estrecho de Magallanes
El Faro Islotes Evangelistas, ubicado en la boca oriental del Estrecho de Magallanes, celebra hoy 128 años de servicio, guiando a los navegantes a través de una de las rutas marítimas más importantes del mundo. Desde su encendido el 18 de septiembre de 1896, este faro ha soportado condiciones meteorológicas extremas, con vientos que alcanzan los 300 kilómetros por hora y olas de hasta 20 metros de altura, siendo un faro de esperanza en medio de la soledad y el mar embravecido.
Construido en un entorno inhóspito, conocido por sus duras condiciones climáticas, el faro ha sido testigo de innumerables historias de sacrificio y audacia. Los fareros, quienes lo mantienen en funcionamiento, enfrentan meses de aislamiento en este peñón remoto, continuando una labor esencial que se ha transmitido a lo largo de tres siglos. A lo largo de su historia, la tecnología ha evolucionado, pero el compromiso con la seguridad marítima permanece intacto.
El diseño y construcción del Faro fueron llevados a cabo por el ingeniero escocés George Slight, quien, junto a su equipo, enfrentó desafíos casi imposibles en una de las zonas más agrestes del planeta. Desde su instalación, el Faro ha sido un hito en la navegación de las aguas australes, siendo las primeras embarcaciones en ver su luz los barcos “Iberia” y “Menes” en septiembre de 1896. La estructura, que aún resiste el paso del tiempo, es un símbolo de la voluntad y el ingenio humano.
Hoy en día, el Faro Islotes Evangelistas no solo sirve como guía para los navegantes, sino también como una estación meteorológica reconocida por la Organización Meteorológica Mundial. Su ubicación estratégica y la precisión de sus registros meteorológicos son cruciales para los estudios climáticos en esta región aislada del planeta. Cuatro fareros operan este faro, en condiciones de casi total soledad, contribuyendo a la seguridad marítima y a la soberanía de Chile en sus confines australes.
A más de un siglo de su construcción, el Faro Islotes Evangelistas sigue iluminando las oscuras aguas del extremo sur, recordándonos el incesante esfuerzo de aquellos que dedican sus vidas al servicio de la navegación y la seguridad marítima. Este faro, construido entre viento, mar y soledad, es una prueba de la vocación marítima de Chile y un emblema de su compromiso con la seguridad en los mares.