Apuntes
Rosa Montero inaugura el XXV Congreso Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras en Magallanes
La reconocida escritora y periodista española Rosa Montero abrió el XXV Congreso Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras (Ammpe World) con un discurso profundo y reflexivo que abordó los desafíos actuales de la democracia, el retroceso de los derechos de las mujeres y el papel esencial del periodismo en la sociedad contemporánea.
Montero comenzó su intervención haciendo un llamado a la normalización de las mujeres en todos los ámbitos, rechazando la idea de que deban ser consideradas un capítulo aparte: “Las mujeres no podemos ser un tema aislado, una mesa separada, un simposio segregado”. Subrayó que las escritoras y periodistas deben aspirar a formar parte integral de la narrativa histórica y contemporánea, destacando que el objetivo es la inclusión plena en todos los aspectos de la vida cultural, social y política.
Durante su discurso, la escritora lamentó que en los últimos 20 años más del 90% de los periódicos del mundo hayan desaparecido, lo que calificó como una “tragedia democrática”. Señaló que el auge de las redes sociales y la proliferación de las “fake news” han debilitado la calidad de la información, afectando el acceso de la población a fuentes fiables. Montero advirtió que sin un periodismo fuerte, las democracias corren el riesgo de deteriorarse, y subrayó que el 57% de la población española ya se informa exclusivamente a través de redes sociales, lo que agrava la exposición a desinformación y noticias falsas.
Montero también abordó las tensiones entre la literatura y el periodismo desde su propia experiencia. Según ella, la literatura es una forma de explorar la realidad desde lo más profundo del inconsciente, donde la historia elige al escritor, mientras que el periodismo exige claridad, precisión y la búsqueda de la verdad objetiva. “Las novelas son sueños que se sueñan con los ojos abiertos”, explicó, y rechazó la idea de escribir novelas con fines utilitarios, como defender causas específicas, ya sean feministas, ecologistas o animalistas.
En relación con los desafíos que enfrentan las mujeres, Montero compartió un dato revelador: una investigación realizada en 2014 por Ana López Navajas en la Universidad de Valencia mostró que solo el 7,6% de las referencias en los estudios escolares españoles eran sobre mujeres, una cifra que calificó como “ridícula” y que se refleja en la invisibilización histórica de las contribuciones femeninas. En respuesta a esta situación, Montero destacó el proyecto Women’s Legacy, una iniciativa destinada a visibilizar el aporte de las mujeres en todos los campos del conocimiento.
Además, la escritora advirtió sobre el retroceso de los derechos de las mujeres en diferentes partes del mundo, citando los ejemplos de Irán y Afganistán, donde mujeres que alguna vez ocuparon altos cargos ahora viven silenciadas y confinadas. “Lo primero que se ataca en estos momentos retrógrados son los logros de las mujeres”, afirmó.
En un emotivo cierre, Montero animó a las mujeres a ser ambiciosas en su lucha por la igualdad y a no retroceder, ni siquiera para tomar impulso. Su intervención, cargada de pasión y compromiso, fue un llamado a la acción y una reivindicación del lugar legítimo de las mujeres en la historia y en el futuro que aún está por escribir.