Magallanes
“Más nace aquí, en el confín, una nueva esperanza”
Por: César Quezada Riquelme
Interno de Medicina y Kinesiólogo.
Los últimos años han sido complejos en lo económico para miles de familias magallánicas, con tasas de desempleo que han fluctuado los últimos meses entre el 5.8 al 6.5%, esto impulsado en gran parte, por la hasta hace poco pujante industria del salmón, la cual ha venido a la baja por múltiples factores.
Desde la creación de las primeras ciudades en el estrecho por Pedro Sarmiento de Gamboa en 1584 para la corona de España o desde los últimos pensamientos de Bernardo O’Higgins en su lecho de muerte en 1942, se ha soñado con el desarrollo del gran potencial productivo y geoestratégico del territorio patagónico austral, hoy región de Magallanes y de la Antártica chilena, desarrollo que en parte se logró a finales del siglo XIX y comienzo del XX de la mano de nuestro paso bioceánico asociado a la venta de carbón y agua a los buques, también del oro y la ganadería, pero nada prosperó al nivel que se esperaba, por diversos motivos importantes, como la apertura del canal de Panamá en 1914.
Lo mismo ocurrió tres décadas después en los años 40, mientras Europa y Asia salían de la segunda guerra mundial, se descubrió la presencia de petróleo en Tierra del Fuego, lo que nuevamente le permitió soñar al pueblo de Magallanes con lograr un gran auge, cosa que sucedió de manera relativa.
Hoy una vez más estamos en un periodo de tiempo que nos permite soñar, ante las nuevas inversiones que se están anunciando para construir la nueva industria del hidrogeno – amoniaco verde y los e-combustibles que ya se están produciendo de manera demostrativa pero que podrían llegar a un volumen industrial de producción en pocos años a través de al menos 6 compañías internacionales más ENAP, que ya han iniciado las etapas de planificación de sus diferentes proyectos, los que en un comienzo se ubicarían en ambas costas del Estrecho de Magallanes, proyectos que luego podrían extenderse a zonas como Laguna Blanca y Rio Verde (Isla Riesco).
“Muchachos, nos volvimos a ilusionar”.
Existe un optimismo desbordado, ya que se anuncia que en los primeros tres proyectos se necesitarían al menos 11.000 trabajadores en la etapa de construcción durante los próximos años, los cuales comprarían servicios, ya sea en la ciudad de Punta Arenas, como en la de Porvenir, desde alimentos, transporte, arriendo, educación para sus hijos, centros de salud, incluso ocio (restaurant, cine, discotecas).
Algunos se atreven a imaginarse a Punta Arenas como el futuro “Dubái del cono sur americano”, pero hay que guardar las proporciones, claramente, no estamos preparados, el gobierno regional y el MOP Magallanes recién inician planificaciones, las que están contra el tiempo, actualmente ya se está cambiando el puente antiguo sobre el rio Chabunco, pero se habla de la urgencia de extender la doble calzada en ruta 9 norte al menos hasta el sector de Gobernador Philippi (Km 52, unión de la ruta 9 con la 255) y también será necesaria la construcción de al menos 3-4 muelles y la ampliación del muelle Mardones que claramente junto al muelle Prat están con capacidades insuficientes para los requerimientos de la región solo considerando el ámbito del turismo de cruceros y buques antárticos.
Existe un “optimismo temeroso”, históricamente aquí en Magallanes todo proyecto entre que se sueña y se concreta pasa mucho tiempo, fácilmente una década o más, aquí los inversores hablan de un gran volumen de necesidades que deberían ser cubiertas en poco tiempo y no estamos preparados. El último tiempo de auge en Punta Arenas fue hace 16 años en 2008 cuando simultáneamente se construía la costanera del estrecho, el casino Dreams, el Hospital Clínico, el hotel Diego de Almagro y el cuarto tren de Methanex, luego de eso, el desarrollo regional ha dependido en gran parte del Plan de Zonas Extremas y otras inversiones públicas, que sin ellas estaríamos estancados, la inversión privada que se anuncia ilusiona a la población que cada día se informa más sobre lo proyectado.
Lo concreto es que al día de hoy la empresa pionera HIF con su planta demostrativa ya ha enviado dos buques con e-combustible a Reino Unido, lo que ha aumentado el optimismo de que estos nuevos combustibles producidos a través del viento sean el nuevo sueldo de Chile junto al cobre y el litio, lo que sumado a la venta de servicios logísticos, turismo patagónico y antártico crearía un futuro auspicioso que permitiría posicionar a Punta Arenas como una de las ciudades con mayor desarrollo humano y mejor calidad de vida en todo Sudamérica, lograr eso dependerá de toda la comunidad, desde las autoridades hasta las nuevas pymes que entreguen servicios a los trabajadores que comenzarán a llegar a nuestra zona.
Así que, a disfrutar este nuevo momento de esperanza de progreso regional, siempre colocando por delante el cuidado de nuestra idiosincrasia y cuidado de la naturaleza.
Que las personas que lleguen a esta tierra escondida al sur del mundo, mantengan nuestro pacto de armonía, logren felicidad, amor y sentido de pertenencia hacia la región, así como lo hicieron los que llegaron antes que nosotros.