La desconocida historia de Covadonga Ona “La Chonga”

Por: Mario Isidro Moreno
Escritor e Investigador Folclórico Costumbrista

La historia dice así: “Una niña selknam, a la que los blancos llamaron Covadonga Ona y que era conocida como la Chonga, fue secuestrada y llevada a Punta Arenas desde Tierra del Fuego en 1885, cuando tenía 10 años de edad por Rodolfo Stubenrauch, cuando éste se desempeñaba como Administrador General en la capital provincial, de los lavaderos de oro del Páramo, costa atlántica argentina, pertenecientes al ingeniero rumano Julio Popper.

La captura de la niña selknam fue hecha poe el capataz Mateo Miahich, con el consentimiento de L.T. Cufré, administrador del mineral. Stubenrauch trasladó a la pequeña hasta la ciudad de Punta Arenas, con el ánimo de dejarla como parte de su servidumbre, haciéndose conocida de la comunidad por su simpatía y gentileza.

La figura de la Chonga era muy popular; se la veía hacer la mayoría de las compras; además, aprendió a leer y escribir. Al cabo de seis o siete años aprendió aleman. Viajó con la familia Stubenrauch a alemania donde siguió un curso de servidembre durante cinco meses.

Su inesperada y misteriosa muerte, supuestamente debida a la tuberculosis, fue muy comentada en Punta Arenas, pues la habían visto en las calles, ágil, desenvuelta y alegre, con su delantal blanco impecable, tres días antes de su deceso. Falleció el 20 de noviembre de 1899 a los 25 años de edad.

Punta Arenas estuvo convulsionada con la muerte de la Chonga. Se comentaba que se había comprobado que enviaba al cacique Felipe, joven revolucionario de origen tehuelche (aonikenk), todas las noticias que para él tenían interés, escuchadas en las tertulias de ganaderos en la casa Stubenrauch, muy especialmente las diligencias que se hacían para capturarlo. Cuando éste murió a manos de los ganaderos, se encontró entre sus ropas una nota de Covadonga Ona.

Las preguntas sobre la extraña muerte de la joven que todos se hacían eran: ¿Cómo la familia Stubenrauch iba a tener a su servicio a una tuberculosa?.

Además, a las reuniones sociales efectuadas en la casa de sus patrones, asistían las más conspícuas personalidades de la colonia y todas eran atendidas por la Chonga con una desenvoltura sin límites. ¿No habrían temido éstas un contagio?.

Se comenta que, dado los contínuos abusos que Rodolfo Stubenrauch ejercía sobre sus empleadas, algunos estimaron que fue asesinada para impedir que los denunciara. También se especuló que su muerte pudo ser provocada con el objeto de impedir las rebeliones indígenas en Tierra del Fuego, ya que la Chonga desempeñaba tareas de espionaje y estaba al tanto de gran parte de los planes de los colonos y ganaderos de la región. Todas las preguntas sobre el repentino e inesperado fallecimiento de Covadonga Ona, nunca tuvieron respuesta.

La historia de Covadonga Ona, no termina alli.

Hurgando los acontecimientos, encontré un gran amigo que me mostró un documento extraordinario:el libro de registro de sepultaciones, donde ella aparece enterrada con el nombre de Covadonga Magallanes, en sepultura “temporal”, lo que debe haber motivado que sus restos, una vez cumplido un plazo, hayan sido depositados en la fosa común.

En resumidas cuentas, una de las dueñas originarias de la región, no tuvo un trozo de tierra perpetuo, para descansar su atribulado espíritu, su maltratado cuerpo y sus valiosas cenizas.