Magallanes
Peritaje determinó que herida mortal de peluquero fue hecha con el vidrio de una puerta
Este mediodía se realizó la audiencia de formalización de cargos en contra de los dos individuos que fueron detenidos por su eventual participación en el homicidio del peluquero Luis Carrasco Colima, hombre que falleció tras desangrarse al sufrir un profundo corte en un antebrazo. El peritaje preliminar pone en duda que alguno de los sujetos haya propinado la herida mortal.
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Cargos como autores de homicidio consumado formuló el fiscal Oliver Rammsy en contra de M.E.M.C. de 23 años y L.A.M.M. de 20 años, siendo sindicados ambos como aquellos que se trenzaron en una riña con el occiso, luego que discutieran por la venta de un taladro robado.
Si bien la Fiscalía planteó que la víctima fue acometida con un elemento contundente-cortante, lo que provocó una herida con compromiso arterial en una de sus extremidades y que muriera al desangrarse; lo cierto es que el relato de la pareja del fallecido, que observó todo lo que sucedía, dio cuenta de que en medio de los empujones, él cayó sobre una ventana de vidrio, destrozándose el cristal.
En efecto, al pie de esta nota (imagen sensible) se puede observar los vestigios de profuso sangrado que produjo la caída de la víctima, quien sufrió un profundo corte en su antebrazo izquierdo, herida que finalmente provocaría su deceso.
Incluso, la mujer atestiguó que la discusión entre los tres involucrados se volvió mucho más compleja cuando su pareja la tomó del cuello para agredirla, luego que les pidiera a sus invitados que se fueran, siendo ellos quienes increparon al peluquero por amenazar de golpear a la madre de su hijo, dialogo que finalmente detonó las agresiones y empujones que significaron la fatídica caída.
De ahí que las defensas de ambos imputados se opusieran a la medida de encierro que estaba pidiendo el fiscal, planteando que no fueron lesiones que ellos provocaran las que costaron la vida de la víctima.
Sin embargo, el magistrado Juan Villa estimó que, las circunstancias que rodearon al hecho, hacen creer que la libertad de los imputados, ambos con antecedentes penales anteriores, puede ser considerada como peligrosa, ordenando entonces la prisión preventiva y un plazo para el desarrollo de la investigación de 120 días.