En sólo 11 minutos Bomberos cargan avión tanque que combate incendio en Tierra del Fuego

Cuarenta minutos incesantes es el tiempo con el que disponen los voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Punta Arenas entre cada despegue y llegada al aeropuerto del avión tanque C-130 que está combatiendo el incendio forestal que a la fecha (2 de febrero), ha afectado más de 600 hectáreas de bosque nativo en la comuna de Timaukel, en Tierra del Fuego.

Un tremendo aparataje humano y logístico ha montado en apenas un par de días Bomberos de la capital regional, quienes han dispuesto de dos puntos estratégicos para cargar en un tiempo record de 11 minutos los 15 mil litros de agua que transporta la aeronave a la zona del siniestro.

Así lo explicó el 2º comandante de Bomberos, Cristian Contreras, quien además detalló que ha sido un trabajo mancomunado entre sus voluntarios, personal del Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios (SSEI) del aeropuerto, técnicos de Conaf y el personal nacional y extranjero que llegó a cargo de todas las aeronaves que están participando de la emergencia.

Se ha requerido -detalló el oficial- un rápida capacitación técnica y cierta experiencia para los bomberos que están cargando directamente el Hércules en la loza del aeropuerto, debido a lo rápido y no poco riesgosa maniobra.

De acuerdo al cronograma que se ha elaborado, el avión aterriza en Punta Arenas, es conectado a un carro bomberil cuya motobomba mete a gran velocidad el agua en los contenedores de la nave, líquido que esta en una piscina que ha instalado Bomberos en la base aérea, y que tiene una capacidad de 100 mil litros.

Una vez cargado el C-130 despega, tardándose cerca de 20 minutos en llegar a Timaukel para dejar caer el líquido en el área que se le indica desde tierra.

Paralelamente, en Punta Arenas se movilizan carro tras carro de bomberos hasta la ribera del río Chabunco, donde existe un segundo punto operativo con voluntarios que provisto de motobombas, cargan cinco carros de emergencia que trasladan el agua al aeropuerto Carlos Ibáñez para rellenar la piscina, y así lograr que, en el tiempo que la aeronave regrese, esté asegurada la siguiente carga.