Apuntes
Siguen en tiempo real sitio de nidificación de búho en Puerto Williams
Es un verdadero privilegio para los amantes de la naturaleza y especialmente los que gustan de las aves. Como si fuese un reality show, aunque no en señal de televisión abierta, pero sí vía streaming por canal YouTube.
Por primera vez desde el interior del Parque Omora y con apoyo de la empresa CTR, la que desplegó el cable submarino de fibra óptica austral para mejorar la conectividad digital en Magallanes, desde este mes se realiza un seguimiento a un nido de una especie de búho llamado Tucúquere.
“Desde la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos compartimos una mirada única en el fin del mundo, del búho más grande presente en Chile, el Tucúquere Bubo magellanicus”, explica el ornitólogo Omar Barroso, investigador del Programa de Conservación Biocultural Subantártica en Puerto Williams, quien agradece la colaboración entre la Fibra Optica Austral, Parque Omora y el Centro Internacional Subantártico Cabo de Hornos (CHIC) para desarrollar por primera vez este seguimiento en tiempo real.
“El objetivo principal es la información que podremos recabar porque además se obtendrán detalles únicos en el aspecto ornitológico. El seguimiento de reproducción de aves grandes solo se ve en Estados Unidos, Europa. No había y no ha habido algo parecido a seguimiento de este tipo de búho en Chile y tengo mis dudas si ha habido algo parecido en Sudamérica”, agrega.
Cree que marca un hito importante en las investigaciones ornitológicas porque les permitirá observar momentos que nunca jamás se han visto. “Los estudios de monitoreo ornitológicos de reproducción antes se hacían en base a observación directa y uno no podía estar 24/7 pendiente de ello, en este caso de un búho, como ahora teniendo la cámara encendida transmitiendo y grabando”.
La eclosión de los huevos puede ocurrir en estos días y la hembra permanece gran parte de la jornada sobre el nido, mientras el macho vigila el área desde cerca. El nido fue armado a unos 15 metros de altura en medio de tres ramas firmes de un coigüe, que a diferencia de la lenga y otra clase de nothofagus, no sufre caída de hojas y por ende ofrece una mayor densidad para garantizar seguridad del sitio de nidificación, explica Omar Barroso.