Magallanes
Amarrado, asesinado y quemado: El macabro crimen sin resolver de Punta Arenas
Este domingo se cumplió un año del hallazgo del cadáver de Omar Díaz Barría, desabollador de 57 años que, tras permanecer desaparecido cinco días, fue encontrado sin vida en un predio del sector Villa Generosa. A la fecha no hay detenciones por este horrendo caso, sin embargo, la investigación no ha terminado, y se mantiene con sospechosos claros.
Reducido, amarrado, apuñalado, asesinado y quemado; así se le arrebató la vida al vecino del sector sur de Punta Arenas, cuyo nombre se había dado a conocer en las redes sociales como una persona extraviada en la capital regional, luego que saliera a comprar cigarrillos desde su hogar.
Sin embargo, el estupor fue generalizado cuando la Brigada de Homicidios de la PDI no sólo confirmó la muerte del trabajador, sino que además las macabras circunstancias de su asesinato.
Quienes encabezan la investigación, en la Fiscalía y en la PDI, se han referido sobre el caso en diversas oportunidades, no obstante, no se han concretado los compromisos de resultados que muchas veces se han hecho públicamente ¿por qué?
El Magallánico se interiorizó, extraoficialmente, en el caso, y pudo conocer a través de diversas fuentes, pormenores de las diligencias. Primero, es necesario indicar que, en un comienzo, las líneas investigativas del caso apuntaban a un hecho azaroso, vinculando al inesperado desenlace de un asalto que terminó en homicidio.
Sin embargo, no mucho tiempo después, las hipótesis cambiaron, y el caso comenzó a tomar ribetes más sombríos, ya que todo apuntaría a que alguien cercano al desabollador estaría detrás del horrendo crimen, tomando fuerza la figura de un sicario como ejecutor de la muerte.
Se especuló sobre intereses económicos en el patrimonio de Díaz Barría, incluso se postuló la posibilidad de que fuera un homicidio de origen pasional, pero hasta el momento, todo indica que se habría tratado de un plan metódico ejecutado con fatídico éxito, y que incluso habría incluido la retención de la víctima previo a su muerte.
Fuentes afirman incluso que se ha estado “a muy poco” de lograr detenciones en este caso, no obstante, el cómo se ha ido metódicamente ocultando información y evidencia, ha hecho difícil dar con los fundamentos judiciales que permitan la detención de los supuestos autores del hecho, quienes ya estarían individualizados, pero sin las pruebas necesarias para su arresto.
Fundamental serían en el caso los rastros y evidencias dejados por los asesinos en el lugar donde fue incendiado el cadáver de la víctima, ya que habrían dejado una pista relevante, la cual estaría siendo pista fundamental del caso, al igual que el registro de llamados recibidos por el trabajador el día que desapareció.